jueves, 14 de noviembre de 2013

Las Venas Abierta de América Latina
(Una lectura para la Educación Media)
 Yherdyn Peña


            Introducirse en la lectura detallada de las páginas de este ensayo hilvanado de manera magistral por el escritor uruguayo Eduardo Galeano, es recorrer de manera inmediata y obligada un pasado que nos atrapa y que de manera permanente se nos presenta en la actualidad y nos marca de maneras muy variadas a cada uno de los que vivimos en estas latitudes y en este pedazo de tierra que actualmente llamamos América.
            Las venas abiertas de América Latina nos pone en contacto no sólo con nuestro pasado inmediato, si no que muy al contrario nos remonta en el tiempo al momento en que apenas se estaba consolidando la unidad de la llamada “madre patria” España, reconocer su pasado e identificar a los actores que intervinieron y los procesos que se vivieron para que España fuera lo que fue al momento de que los primeros exploradores encabezados por el navegante genovés Cristóbal Colón llegaran a las costas de lo que más tarde se llamaría América e influyeran de la manera en que influyeron sobre nuestro devenir histórico.
            Lo primero que destaca el autor es lo referido a que el continente americano nació desde el desconocimiento del otro que lo abordaba, es así que América en esos últimos años del siglo XV e inicios del XVI fue nominada como la India, puesto que Colón había pensado que había llegado a estas tierras del lejano oriente. El almirante murió con la idea de que había llegado a tal lugar, y por ello bautizó también a sus pobladores como indios. De esta manera podemos hacer mención que la historia de nuestro continente se inicia negando – o al menos desconociendo – lo que verdaderamente eran los primeros pobladores del llamado Nuevo Mundo.


            De igual manera, en este texto, el autor nos menciona esa realidad híbrida que ya poseía el conquistador español al momento en que pretende apropiarse de las nuevas tierras halladas al otro extremo del mar desconocido, él también había sido conquistado, ocupado y por supuesto, culturalmente influenciado. Las continuas ocupaciones del territorio ibérico por parte de los celtas, romanos y más tarde los musulmanes harían de España un territorio de profundas contradicciones que serán trasladadas a América una vez que sus habitantes se aventuren a la conquista y colonización de este territorio.
            También es de destacar, que el autor de igual manera reconoce la presencia de los llamados vikingos en este lado del mundo y a su vez deja entrever la importancia que tiene la elaboración de un registro, en pocas palabras destaca la importancia de lo escrito y por ende de la palabra. Tanto es así que denota que Cristóbal Colón lleva entre sus vericuetos de viaje uno de los más importantes textos de finales de la edad media e inicios del renacimiento como fue el libro de los maravillosos viajes de Marco Polo, al que utilizará como referente en su viaje. De esta manera Colón pretenderá encontrar las áreas descritas por Marco Polo en Tierras Americanas, es por ello, que pretende entre otras cosas ubicar la Isla de Cipango, a la que se describía de manera muy detallada en el texto de Marco Polo.
            Pero esta pretensión por parte del explorador genovés no se produce por la inocencia que en ocasiones se le pretende otorgar a Colón, si no que de esta manera, éste se aseguraba un mayor apoyo para futuras expediciones puesto que se sabía que esta era la tierra de las especies y de la seda, artículos de sumo valor para las principales monarquías de la época, y además era harto conocido que en esta región abundaba el oro y otros metales preciosos. A partir de esta aseveración, el autor, remarca el profundo interés económico existente en ese proceso de ocupación de las tierras que hasta ese entonces aún no habían sido ocupadas.
            Desde mil cuatrocientos noventa y dos y por más de trescientos años, la codicia del europeo se volcara de manera ávida sobre América y clavará sus colmillos para desangrar a esta tierra y a sus gentes para lograr expoliar de todos los recursos que se producían en el nuevo continente, costumbre que nos quedó como una terrible maldición y que parece no dejarnos después de haber transcurrido más de quinientos años de ese trascendental suceso.
            De la misma manera nos expone, que en el proceso de la conquista de América fueron múltiples los actores que intervinieron de manera muy marcada en ese drama, algunos como claros protagonistas, otros en cambio sólo formaron parte del coro anónimo de la historia cuyos nombre se pierden en el olvido, y son borrados por supuesto por la desmemoria. En este orden de ideas, vamos a encontrar entre otros:
·         A la monarquía Española en primera instancia y más tarde a otras monarquías europeas que a fin de cuentas serán las principales beneficiadas de los despojos que realizan los españoles en sus colonias de ultramar – estas coronas serán primordialmente la inglesa, la francesa y la holandesa – y que iban a parar en las arcas de los banqueros originarios de otras naciones.
·         Los Exploradores, cuya principal figura está encarnada en el propio Cristóbal Colón pero, donde figurarán personajes de la talla de Hernán Cortez, Pisarro, Almagro, Cabeza de Baca, entre otros, quienes representaban el sentido de aventura y de cierto romanticismo del europeo del renacimiento, que en pos de la gloria y la fortuna, lo dejaban todo y arriesgaban sus propias vidas.
·         La iglesia católica, cuya figura preponderante por supuesto será el Papa, quien tomará la conquista de América como una feroz lucha contra el propio demonio, la conquista y el genocidio consecuencia de la misma, recibirá la bendición de la iglesia católica, que buscaba entre otras cosas ganar almas hacia el cristianismo, pero para ello, debían primero que nada, acabar con la multiplicidad de dioses que señoreaban este lado del mundo. Es por esta razón, que al aborigen americano se le impuso la lengua española y la religión católica.
·         Por último en este drama, como veníamos diciendo aparecen los cientos de miles de aborígenes que murieron o que fueron sometidos a trabajos forzados o fueron obligados a aislarse en los lugares más recónditos para poder sobrevivir. También aparecen por cientos de miles, los negros traídos del África y que tuvieron como suerte ser sometidos a la esclavitud o morir en el mar recorriendo el trayecto entre  África y América, después de haber sido casados como animales.

Mucho se ha hablado sobre la verdadera significación y el sentido más apegado a los hechos acaecidos a partir del doce de octubre de 1492, al principio se le llamó descubrimiento, en el estricto sentido de que el europeo había descubierto América y a sus pobladores, pero es bueno destacar que también el aborigen americano descubrió a unos hombres y unos modelos de vida que le eran totalmente desconocidos e incomprensibles. Que el autor lo refiere cuando expresa que: “El emperador Moctezuma recibió, en su palacio, las primeras noticias: un cerro grande andaba moviéndose por el mar…” con lo que se denota un claro desconocimiento por parte del aborigen de los avances con los cuales llegaba el español a las tierras americanas, la primera conquista partió desde la ingenuidad del indígena, que al principio recibe al invasor, como si se tratase de un Dios.
El avasallante despliegue tecnológico del europeo sobre el primitivo conocimiento del indígena le otorga una ventaja muy considerable para lograr el sometimiento del otro, también se valieron de alianzas de factores y actores que se encontraban en pugna a lo interno del mundo indígena al momento en que se produce el también llamado encuentro de estos dos mundos.
Toda la muerte, todo el saqueo, todo el sufrimiento infringido contra el continente americano tenía como fin último obtener a toda costa las riquezas que se hallarán – y que para ese entonces era el oro y la plata fundamentalmente – bien poco les importaba la altura cultural que poseían los pueblos de América como los Aztecas y los Incas, los exterminios se hacían por el solo hecho de obtener el oro, pero el aborigen al percatarse de tal situación, inventa sus propias leyendas, entre ellas la de El Dorado, que buscaba como fin último alejar a tierras inhóspitas a quienes tanto ansiaban el oro, los conquistadores eran enviados a lugares de donde seguro no regresarían con vida, también creó sus leyendas para explicar algunos fenómenos naturales que se desarrollaban en su entorno. Eso sería más tarde uno de los hilos conductores para la construcción de nuestra cultura.
De igual manera ocurría con la plata, en el Virreinato del Perú los españoles se encontraron con el Potosí que era nada más y nada menos que una montaña de plata, la cual fue desvastada en menos de cincuenta años, utilizando a través de la fuerza la mano de obra indígena, sometiendo a la población autóctona a los más duros trabajos forzados, haciéndolos vivir y morir dentro de la montaña tan solo para extraer tan preciado metal. Pero, las riquezas producidas por América Latina, de nada le sirvieron ni América ni a España, puesto que otros serían los que sacarían el verdadero provecho de las grandes riquezas extraídas de las entrañas de la tierra americana. Quedándonos tan solo una pobreza para la mayoría de los habitantes que pareciera ser eterna.

Eduardo Galeano
Autor del libro: Las venas abiertas de América Latina







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